Los números maestros son números con una gran fuerza energética. Son números muy poderos, llenos de espiritualidad y destacados por poseer una enorme capacidad de acción sobre todo para realizar cambios a nivel global.
Si al sumar la fecha completa de nacimiento, llegamos en la penúltima suma a un 11, un 22, un 33 o un 44, que al terminar de sumar se convertirían en un 2, un 4, un 6 o un 8, estamos ante un posible Número Maestro.
Las vibraciones maestras son números de prueba, lo que significa que periódicamente se verán enfrentados a problemas y disyuntivas morales y materiales que deberán resolver haciendo uso de su gran intuición y fortaleza moral. Si logran vivir de acuerdo a los elevados preceptos que guían a estas Vibraciones, habrán dado un paso de gigante en su evolución interior, pero si flaquean, se sentirán con toda seguridad infelices y desorientados.
Las personas que llevan y viven Vibraciones Maestras son auténticos e inspirados líderes que han nacido dotados de una sabiduría, un conocimiento y una gran fuerza moral superiores a lo normal, que los llevará a las más altas posiciones de prestigio en la actividad que elijan. No importa cual sea, porque un NM. da maestría en la profesión que la persona escoja.
Los Números Maestro entrañan una obligación moral muy superior a la normal para quienes los llevan. Esto quiere decir que la persona tiene la alternativa de vivir de acuerdo al Número Maestro que le corresponde, o puede ser solamente el Número Base si no responde a las exigencias de la Vibración Superior, pero si vive de acuerdo a su N.M., su vida y sus acciones brillarán sobre el resto de la colectividad humana y estará cumpliendo con la obligación que contrajo consigo mismo cuando planificó su encarnación actual.
Sin embargo no podemos dejar de advertir que la vida de un auténtico N.M. será a menudo una andadura solitaria. Como su lucha y sus motivaciones no siempre serán comprendidas, se sentirán aislados muchas veces, pero jamás pueden permitirse bajar el listón de sus propias exigencias morales y espirituales, porque perderían el brillo y la fuerza interior que les anima, sino que por el contrario deben recordar en cada momento de su vida que están aquí para ayudar a los demás a liberarse de la ataduras que les encadenan a la materialidad y las bajas pasiones y ayudarles a elevarse a las sublimes regiones del espíritu y de los logros humanos. De esta manera, la fama y el nombre que los auténticos N.M. adquieren en vida no muere con ellos, porque sus logros humanos perpetúan su memoria entre quienes han tenido la suerte de conocerlos, ya que si viven su auténtica dimensión espiritual pueden llegar a ser Grandes entre los Grandes.
Inspirados y clarividentes, los N.M. perciben la verdadera esencia de la vida y la necesidad de observar y cumplir las leyes y preceptos que la rigen. Esta luz y comprensión los convierte en muchos casos en verdaderos visionarios, Iniciados y Maestros, cuya obligación es enseñar a los demás a caminar por la “senda de oro” que lleva al conocimiento cósmico y a la perfección suprema. Su ejemplo debería servir para que todos se atrevan a luchar por su progreso y enriquecimiento espiritual.
Como estas personas normalmente soportan un enorme tensión nerviosa corren el riesgo de desequilibrarse mentalmente y entonces asoman las características negativas de la V.M. En tal caso no sólo son engañados fácilmente por otras personas, sino que lo que es más peligroso aún, respecto de si mismos y su importancia. Se envanecen y se preocupan por cosas sin
trascendencia que les ciegan y les cierran el camino hacia su verdadero trabajo, o se vuelven fanáticos y dogmáticos, creyéndose los únicos poseedores de la Sabiduría y la Verdad.
No siempre los seres humanos poseen Números Maestros en nombres, apellidos o fechas de nacimiento (día, mes o año). Estas vibraciones contienen un fuerte potencial y exponen a la persona que las posee a pasar por presiones, exigencias, pruebas y limitaciones, gracias a las cuales aprenderá a manejar ese poderoso caudal. También le exigirán un proceso de maduración no cumplido en otro tiempo de vida con respecto a tareas humanitarias, cooperación, atruismo, servicio, equilibrio entre lo material y lo espiritual, amor a sus semejantes, etc. Respondiendo a esta Vibración Maestra, deberán accionar todas sus manifestaciones internas, que pasan por firmeza, poder de voluntad, ardua labor, concreciones y por el traslado de esos conceptos en el nivel universal, logrando avances en el plano económico que le ayudarán a abrir las puertas en áreas culturales y filosóficas
Los números maestros son números con una gran fuerza energética. Son números muy poderos, llenos de espiritualidad y destacados por poseer una enorme capacidad de acción sobre todo para realizar cambios a nivel global.
Si al sumar la fecha completa de nacimiento, llegamos en la penúltima suma a un 11, un 22, un 33 o un 44, que al terminar de sumar se convertirían en un 2, un 4, un 6 o un 8, estamos ante un posible Número Maestro.
Las vibraciones maestras son números de prueba, lo que significa que periódicamente se verán enfrentados a problemas y disyuntivas morales y materiales que deberán resolver haciendo uso de su gran intuición y fortaleza moral. Si logran vivir de acuerdo a los elevados preceptos que guían a estas Vibraciones, habrán dado un paso de gigante en su evolución interior, pero si flaquean, se sentirán con toda seguridad infelices y desorientados.
Las personas que llevan y viven Vibraciones Maestras son auténticos e inspirados líderes que han nacido dotados de una sabiduría, un conocimiento y una gran fuerza moral superiores a lo normal, que los llevará a las más altas posiciones de prestigio en la actividad que elijan. No importa cual sea, porque un NM. da maestría en la profesión que la persona escoja.
Los Números Maestro entrañan una obligación moral muy superior a la normal para quienes los llevan. Esto quiere decir que la persona tiene la alternativa de vivir de acuerdo al Número Maestro que le corresponde, o puede ser solamente el Número Base si no responde a las exigencias de la Vibración Superior, pero si vive de acuerdo a su N.M., su vida y sus acciones brillarán sobre el resto de la colectividad humana y estará cumpliendo con la obligación que contrajo consigo mismo cuando planificó su encarnación actual.
Sin embargo no podemos dejar de advertir que la vida de un auténtico N.M. será a menudo una andadura solitaria. Como su lucha y sus motivaciones no siempre serán comprendidas, se sentirán aislados muchas veces, pero jamás pueden permitirse bajar el listón de sus propias exigencias morales y espirituales, porque perderían el brillo y la fuerza interior que les anima, sino que por el contrario deben recordar en cada momento de su vida que están aquí para ayudar a los demás a liberarse de la ataduras que les encadenan a la materialidad y las bajas pasiones y ayudarles a elevarse a las sublimes regiones del espíritu y de los logros humanos. De esta manera, la fama y el nombre que los auténticos N.M. adquieren en vida no muere con ellos, porque sus logros humanos perpetúan su memoria entre quienes han tenido la suerte de conocerlos, ya que si viven su auténtica dimensión espiritual pueden llegar a ser Grandes entre los Grandes.
Inspirados y clarividentes, los N.M. perciben la verdadera esencia de la vida y la necesidad de observar y cumplir las leyes y preceptos que la rigen. Esta luz y comprensión los convierte en muchos casos en verdaderos visionarios, Iniciados y Maestros, cuya obligación es enseñar a los demás a caminar por la “senda de oro” que lleva al conocimiento cósmico y a la perfección suprema. Su ejemplo debería servir para que todos se atrevan a luchar por su progreso y enriquecimiento espiritual.
Como estas personas normalmente soportan un enorme tensión nerviosa corren el riesgo de desequilibrarse mentalmente y entonces asoman las características negativas de la V.M. En tal caso no sólo son engañados fácilmente por otras personas, sino que lo que es más peligroso aún, respecto de si mismos y su importancia. Se envanecen y se preocupan por cosas sin
trascendencia que les ciegan y les cierran el camino hacia su verdadero trabajo, o se vuelven fanáticos y dogmáticos, creyéndose los únicos poseedores de la Sabiduría y la Verdad.
No siempre los seres humanos poseen Números Maestros en nombres, apellidos o fechas de nacimiento (día, mes o año). Estas vibraciones contienen un fuerte potencial y exponen a la persona que las posee a pasar por presiones, exigencias, pruebas y limitaciones, gracias a las cuales aprenderá a manejar ese poderoso caudal. También le exigirán un proceso de maduración no cumplido en otro tiempo de vida con respecto a tareas humanitarias, cooperación, atruismo, servicio, equilibrio entre lo material y lo espiritual, amor a sus semejantes, etc. Respondiendo a esta Vibración Maestra, deberán accionar todas sus manifestaciones internas, que pasan por firmeza, poder de voluntad, ardua labor, concreciones y por el traslado de esos conceptos en el nivel universal, logrando avances en el plano económico que le ayudarán a abrir las puertas en áreas culturales y filosóficas
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