EQUILIBRIO

EQUILIBRIO

El arte de tener todo en su medida exacta.
No significa rebosar en algo y tener una total falencia en otro aspecto.

El verdadero equilibrio implica abundancia completa, de forma que nada falte
Y todos estén felices con uno mismo.


Energía Yin:

El Yin representa a la profundidad, la tranquilidad, a la noche, a la oscuridad, al agua, al color negro o azul, a la voz suave, a los movimientos tranquilos, a la feminidad, a la tierra, al sueño, a la muerte y al otoño.

Energía Yang:

El Yang representa a la actividad, el movimiento, la luz, el Sol, el día, el color rojo, la voz fuerte, el estrés, la vigilia, la vida, el fuego, el ruido, el verano, lo masculino, y así sucesivamente.

El símbolo del Tai Chi es uno de los que mejor representan a las energías del Yin y el Yang.
El símbolo del Tai Chi se encuentra dividido en 2 partes: Una Blanca, representando al Yang, y una Negra, que representa al Yin. Ambas partes están divididas por una línea curva. De esta manera que si crece una energía, la otra decrece y viceversa.
En los dos lados, aparece un circulito de la energía contraria, es decir, dentro del Yang hay un circulo pequeño de energía Yin, y dentro del Yin se encuentra el mismo circulo pero con energía Yang. Esto indica que en lo profundo de cada energía se halla la energía contraria.
Las dos energías son necesarias de igual modo. Debe existir un equilibrio completo entre ellas. Si todo fuera totalmente Yin o Yang no existiría color en el mundo, no habría cambios y la ausencia de diferencias limitaría la creatividad del universo.
Saber del Yang y el Yin es saber como encontrar el equilibrio en las facetas duales de nuestra existencia. El equilibrio entre estas fuerzas en todo momento es lo primero que debemos observar en nuestro diario vivir.
Respira hondo, inspira, busca el centro de tu cuerpo, siente el bienestar de la paz y la tranquilidad. Juega con los movimientos de tu cuerpo buscando un ritmo armonioso.


Técnica de relajación
Técnica De Los Golpes Suaves:

Este ejercicio sirve para que te sientas relajado pero sin disminuir el nivel de concentración que necesitas para realizar una tarea. Puedes emplearlo, por ejemplo, cuando hagas un descanso en medio de un viaje largo.

Los pasos:
Ponte de pie con las manos a los lados del cuerpo.
A medida que tomas el aire lentamente, golpea suavemente tu pecho con las yemas de los dedos, cambiando continuamente de sitio para no olvidar ninguna zona. Los toques serán suaves y continuos. Mantén la respiración mientras lo realizas y después expúlsala.
Después cuando hayas tomado todo el aire que te sea posible, mantén la respiración y golpea suavemente el pecho ahora con las palmas de las manos. Igual que antes procura no olvidar ninguna zona. Expulsa el aire.
Practica unas cuantas respiraciones más y luego repite el ejercicio empezando por el primer paso tantas veces como sea necesario.
Después de haber hecho este ejercicio golpeando el tórax, puedes variarlo golpeando ahora aquellas zonas de la espalda a las que llegues con las manos.

¿Te sientes Mejor?

Feliz vida